3 months ago
Representación hiperrealista y cinematográfica de Ultimecia, la bruja final de Final Fantasy VIII. De pie con porte majestuoso y mirada dominante, su figura es alta, delgada y etérea, envuelta en un largo vestido carmesí brillante con abertura central que deja ver gran parte de su cuerpo. El vestido tiene texturas sedosas con reflejos intensos, mangas largas que se desvanecen en púrpura y terminan en garras de sombra.
Su piel es pálida y suave como mármol, decorada con tatuajes arcanos y marcas tribales azul y púrpura que recorren sus piernas, abdomen y pecho. Su rostro es elegante, con labios oscuros y ojos intensamente delineados, rodeados de un maquillaje oscuro que refuerza su expresión feroz y sobrenatural.
Sobre su cabeza lleva un tocado imponente con dos enormes cuernos blancos curvados y puntiagudos con degradado púrpura, acompañados por cabello largo, liso y plateado que cae por ambos lados del rostro. Desde su espalda emergen un par de alas negras translúcidas con bordes carmesí, parecidas a alas de murciélago o plumas fantasmales.
Sus pies y manos son afilados, casi garras, con uñas largas como espinas negras. El fondo puede ser un vacío temporal oscuro o una dimensión distorsionada, con brumas flotantes, relojes en ruinas y fragmentos suspendidos en el aire. La escena transmite poder absoluto, elegancia demoníaca y belleza letal. Estilo fotorrealista, iluminación mágica tenue y detalles minuciosos en piel, ropa, alas y ornamentos.
Su atuendo es elegante y oscuro, con texturas de plumas negras o piel mística sobre los hombros. El brazo visible es estilizado, con adornos metálicos dorados y dedos largos. La iluminación viene de arriba a la izquierda, generando sombras dramáticas sobre su rostro y cuerpo. El fondo es gris, difuso, cubierto de una niebla etérea. La escena transmite poder, misterio y presencia sobrenatural. Estilo fotorrealista, con efectos sutiles de luz y ambiente místico.