2 years ago
estructura geopolítica, se ponen al mando fuerzas poderosas que son difíciles de cambiar. Como ya ha observado el nuevo líder de Checoslovaquia, Vaclav Havel: "En los decretos organizativos, es verdaderamente difícil encontrar a ese Dios que es el único que puede salvarnos". El mundo contemporáneo sobre el que el papa Juan Pablo lanza su mirada comprensiva, no es un lugar ordenado. Está abarrotado de todo tipo de grupos, grandes y pequeños, capaces de dirigir una mayor o menor publicidad, todos manifestando sus propias pretensiones globalistas. De hecho, muchos de esos grupos ya habían reclamado un lugar en l a escena mundial mucho antes de que Karol Wojtyla ocupara su propia posición en la arena geopolítica como Papa Algunos grupos fueron inspirados por la creación de las Naciones Unidas. Otros, a quienes les disgustaba la institución, propusieron su propia forma de globalismo. Otros grupos más, antiguos y modernos, elaboraron extensos planes en nombre de alguna creencia religiosa o de alguna filosofía acerca de la vida humana. Común a todos estos aspirantes a contendientes globalistas es el hecho que, por sí mismos, carecen hasta de los instrumentos más básicos para una contienda geopolítica práctica. No tienen una organización extensa, articu lada, y ni siquiera los medios para abarcar a todas las naciones, mucho menos el poder de encarrilar al mundo en la forma de vida globalista de su elección.